Un día que tenía el menú preparado a mi marido se le antojó una pizza. Como yo quería comer lo que tenía hecho, que era pisto pensé en ponerlo sobre una masa de pizza que tenía en la nevera. Y dicho y hecho, creí que me había inventado un plato nuevo: pizza de pisto con huevo. Mi sorpresa fue al meterme en internet y ver que ya se le había ocurrido antes a otros, si es que ya está todo inventado. En fin que estaba buenísima y los dos comimos lo que nos apetecía.