Doramos el pollo, la cebolla y el tomate partido a trozos.
Añadimos el azafrán.
Cuando está muy mareado se tritura el tomate y la cebolla.
Añadimos un vaso de vino blanco y el caldo de cubito.
Dejamos cocer hasta que esté tierno.
Aparte freímos unos cascos de cebolla y que terminen de cocer junto con el pollo.
Un guiso de pollo que seguramente se hace en muchas casas si no de igual manera de forma muy similar con ligeras variantes. El pollo con tomate es un clásico de nuestra cocina, otra receta de esas que gustan a todos a grandes y pequeños.